Kafka y la muñeca viajera...

Cierto día de 1923, el escritor Franz Kafka (que nunca se casó y tampoco tuvo hijos), estaba caminando por un parque en Berlín, Alemania, cuando vió a una pequeña niña que lloraba porque había perdido a su muñeca favorita. Kafka le dijo que le ayudaría a buscar a la muñeca. La niña y el escritor buscaron la muñeca pero sin éxito. Entonces Kafka le sugirió a la niña que - al día siguiente - se encontraran en el parque, y que volverían a buscar a la muñeca. Al día siguiente se reunieron y comenzaron a buscar nuevamente la muñeca. Cuando estaban en plena búsqueda, Kafka le dio a la niña una carta que le dijo que había encontrado y que estaba "escrita" por la muñeca, la cual decía lo siguiente: "Por favor no llores. Hice un viaje para ver el mundo. Te escribiré sobre mis aventuras". Fue así que comenzó una historia que continuó hasta poco antes del final de la vida de Kafka. Durante aquellas reuniones, Kafka leía las cartas que la muñeca había cuidadosamente escrito, c...