El profesor les propuso a sus alumnos hacer un experimento en clases sobre el socialismo: Todas las notas iban a ser promediadas y a todos los estudiantes se les asignaría la misma nota de forma que nadie sería suspendido y nadie sacaría un sobresaliente (Muy Bueno).
Después del primer examen, las notas fueron promediadas y todos los estudiantes sacaron un Notable (Bueno).
Los estudiantes que se habían preparado muy bien estaban molestos y los estudiantes que estudiaron poco estaban contentos.
Pero ocurrió que, cuando presentaron el segundo examen, los estudiantes que estudiaron poco estudiaron aún menos, y los estudiantes que habían estudiado duro decidieron no trabajar tan duro, ya que no iban a lograr obtener un sobresaliente; y, así, también estudiaron menos.
¡El promedio del segundo examen fue Suficiente!... Y nadie estuvo contento.
Cuando se llevó a cabo el tercer examen todo el curso sacó nota insuficiente: ¡suspensos a todos!
Las notas nunca mejoraron. Los estudiantes empezaron a pelear entre sí, culpándose los unos a los otros por las malas notas hasta llegar a insultos y resentimientos, ya que ninguno estaba dispuesto a estudiar para que se beneficiara otro que no lo hacía. Para el asombro de toda la clase, ¡Todos perdieron el año! Y el profesor les preguntó si ahora entendían la razón del gran fracaso del socialismo.
Es sencillo; simplemente se debe a que el ser humano está dispuesto a sacrificarse trabajando duro cuando la recompensa es atractiva y justifica el esfuerzo; pero cuando el gobierno quita ese incentivo, nadie va a hacer el sacrificio necesario para lograr la excelencia. Finalmente, el fracaso será general.
(Extraído del documento de la Página Nº 2 en: http://www.guardamardigital.es/pdf/numero67.pdf)
Al amable lector que lee esta nota… Le agradeceré comentar con algún argumento que permita rebatir lo afirmado en la publicación.
¡No es TAN difícil!...
Saludos,
José Córdova