Telas de última generación.
La ciencia y la tecnología van de la mano... es así que en una infinita cantidad de campos, ciencia y tecnología, nos llevan a un mundo cada día más asombroso.
Es así como se están desarrollando increíbles avances en cuanto a telas de diferentes índoles, como calcetines que regeneran la piel, telas que repelen los rayos ultravioletas, sábanas que ahuyentan los zancudos (mosquitos) o telas con propiedades antibacterianas y absorbentes, capaces de medir nuestras funciones orgánicas. Estas últimas se están destinando al uso de ropa interior y -en general- prendas de vestir de última generación.
Las telas con propiedades antibacterianas absorbentes acaban de pasar su prueba culmine, la que realizó el astronauta japonés Koichi Wakata, quien utilizó durante cuatro semanas un mismo calzoncillo (fabricado con tela de alta tecnología), en su estancia en la Estación Espacial Internacional (ISS).
El uso de la prenda interior por parte de koichi es parte de un experimento llevado a cabo por la agencia espacial japonesa JAXA, que culminó con el retorno de Koishi Wakata a la Tierra, el pasado viernes 31 de julio, a bordo del transbordador espacial Endeavour, tras más de cuatro meses en la ISS.
Lo que hace "graciosa" esta experiencia es que la prenda (calzoncillo) será analizada en profundidad por los desarrolladores de esta "tela tecnológica".
Las prendas confeccionadas con este tipo de telas han sido bautizadas como J-ware, y están hechas de una tela especial absorbente, antiestática, ignífuga, de secado rápido y, especialmente, antibacteriana. Estarían fabricadas con una especial mezcla de algodón, poliéster y plata.
Este tipo de telas comenzó a estudiarse hace poco más de 10 años y hace 4 ya teníamos productos similares al utilizado por el astronauta japonés, obtenidos del Bamboo Charcoal Yarn, fibra que se constituye de nano-partículas del carbón de bambú, provenientes de la planta Moso Bamboo (Phyllostachys heterocycla pubescens ), el bambú más poroso que crece en la montaña Jhushan “Bamboo Mountain” de la región de Taiwán.
EL bamboo contiene un componente muy especial denominado Zhu Kun o Bamboo Kun, un agente antibiológico natural capaz de eliminar el olor corporal provocado por la sudoración, lo que lo transforma en una fibra con propiedades antibacterianas 100% natural, antiolor, con termorregulación y microfibras respirarables.
Es posible que antes de un par de años podamos contar con este tipo de tecnología en nuestros cajones de ropa interior. Incluso ya están en los mercados asiáticos pañales de bamboo, con todas las propiedades mencionadas.
Recordemos que el agua "dulce" existente es sólo del 3% del agua terrestre, encontrándose un 2% en los hielos de los polos y de las altas montañas y tan sólo un 1% disponible en arroyos, ríos, lagos y lagunas.
Buena y cómoda forma de ahorro de agua... usando prendas como las mencionadas... ¿No?
Es así como se están desarrollando increíbles avances en cuanto a telas de diferentes índoles, como calcetines que regeneran la piel, telas que repelen los rayos ultravioletas, sábanas que ahuyentan los zancudos (mosquitos) o telas con propiedades antibacterianas y absorbentes, capaces de medir nuestras funciones orgánicas. Estas últimas se están destinando al uso de ropa interior y -en general- prendas de vestir de última generación.
Las telas con propiedades antibacterianas absorbentes acaban de pasar su prueba culmine, la que realizó el astronauta japonés Koichi Wakata, quien utilizó durante cuatro semanas un mismo calzoncillo (fabricado con tela de alta tecnología), en su estancia en la Estación Espacial Internacional (ISS).
El uso de la prenda interior por parte de koichi es parte de un experimento llevado a cabo por la agencia espacial japonesa JAXA, que culminó con el retorno de Koishi Wakata a la Tierra, el pasado viernes 31 de julio, a bordo del transbordador espacial Endeavour, tras más de cuatro meses en la ISS.
Lo que hace "graciosa" esta experiencia es que la prenda (calzoncillo) será analizada en profundidad por los desarrolladores de esta "tela tecnológica".
Las prendas confeccionadas con este tipo de telas han sido bautizadas como J-ware, y están hechas de una tela especial absorbente, antiestática, ignífuga, de secado rápido y, especialmente, antibacteriana. Estarían fabricadas con una especial mezcla de algodón, poliéster y plata.
Este tipo de telas comenzó a estudiarse hace poco más de 10 años y hace 4 ya teníamos productos similares al utilizado por el astronauta japonés, obtenidos del Bamboo Charcoal Yarn, fibra que se constituye de nano-partículas del carbón de bambú, provenientes de la planta Moso Bamboo (Phyllostachys heterocycla pubescens ), el bambú más poroso que crece en la montaña Jhushan “Bamboo Mountain” de la región de Taiwán.
El Bambú contiene muchos poros en su estructura, haciéndolo excelente para la absorción de olores causados por químicos, control de temperatura, evitando la transpiración. Todo lo cual, constituye una excelente opción para la ropa deportiva o casual...
EL bamboo contiene un componente muy especial denominado Zhu Kun o Bamboo Kun, un agente antibiológico natural capaz de eliminar el olor corporal provocado por la sudoración, lo que lo transforma en una fibra con propiedades antibacterianas 100% natural, antiolor, con termorregulación y microfibras respirarables.
Es posible que antes de un par de años podamos contar con este tipo de tecnología en nuestros cajones de ropa interior. Incluso ya están en los mercados asiáticos pañales de bamboo, con todas las propiedades mencionadas.
Las telas antibacterianas y absorbentes son especiales para quienes son "alérgicos" al agua y el jabón, aunque el trasfondo que se persigue es el ahorro de agua, pues el vital elemento disponible en el planeta corresponde al 1% de toda el agua existente en La Tierra.
Recordemos que el agua "dulce" existente es sólo del 3% del agua terrestre, encontrándose un 2% en los hielos de los polos y de las altas montañas y tan sólo un 1% disponible en arroyos, ríos, lagos y lagunas.
Buena y cómoda forma de ahorro de agua... usando prendas como las mencionadas... ¿No?
Otro interesante estudio es el que se esta dsarrollando en el Instituto de Tecnología de Georgia (EEUU), donde un grupo de científicos se encuentra trabajando en un sistema para desarrollar tejidos que generan electricidad cuando los estiramos, friccionamos o, simplemente, si son movidos por el viento. Este estudio se basa en el llamado “efecto piezoléctrico”, el cual está siendo ocupado en numerosos proyectos para generar energías limpias. Basicamente el sistema funciona por la fricción de unas fibras contra otras, la cual genera una carga piezoléctrica que es captada por fibras cubiertas de oro y trasladada a un circuito. Se calcula que un metro cuadrado de este material puede generar unos 80 miliwatios de electricidad, suficiente para recargar un aparato electrónico pequeño como un reproductor de mp3 o un teléfono móvil de bajo consumo.
Esperando que en poco tiempo podamos disfrutar de estas maravillosas telas y que se encuentren al alcance de cualquier bolsillo, les saluda desde el Sur del Mundo, vuestro amigo,
José Córdova
José Córdova
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